Pepa Martín Santiago, nuestra humilde cuentera, nos sigue contando su historia (2 de 3)

Tras 25 años aderezando las historias parab ser contadas, unas veces contratada por y por paga, en otras ocasiones haciendo de freelance Pepa confiesa que ha tenido momentos muy buenos, otros no tanto y, en ocasiones algunas dificultades.

De las dificultades hablaremos en el proximo capitulo...

Y es que esta mujer, extraordinaria por demás, recuerda que los momentos más felices de su trabajo es cuando lo hace para los chicos de la casa.

También, cuando los demás repsetan su trabajo. Ahí, hace un parésis para recorda sus viajes por Alemania.

Y nos explica que allí todo el mundo respeta lo que hace y eso la hace muy feliz; pero ocurre lo contrario cuando un adulto, por ejemplo una profesora, le cuestiona si cobra o no por su trabajo.

Agrega que sí, que ella cobra por lo que hace, pues no lo hace de gratis. 

Sin embargo, Pepa precisa que todo eso se olvida cuando inicia una sesión de cuentos o una sesión de animación a la lectura y la gente empieza a conversar, a participar..., lo que define como algo maravilloso.

De igua manera, Pepa muestra su derroche de sensibilidad cuando nos narra uno de esos momentos maravilloosos y de gran emoción para ella: que es cuando alguien se le acerca y le da un gran abrazo y le dice que le gustó mucho su presentación.

"Estos son los momentos mas felices pues me encanta preparar todas esas actividades."

Nos cuenta que hubo una vez un niño, de unos seis a siete años; que tenía miedo de quedarse solo para dormir y por ello, dormía con su madre.

El menor contó entonces a su madre que Pepa, le habia regalado un duente para que durmiera con él, para que no sintiera miedo de dormir solo.

Dijo el niño, que ese duende que le regaló Pepa, dormiría con él, para espantar a todos aquellos monstruos y cosas raras.

Y tambien, que a partir de esa noche, esos monstruos y cosas raras, ya no dormirian mas con él.

Y así fue, con esa historia, que ese niño le regaló a ella; Pepa le regaló ese duende, para llevarlo a dormir a su cama...

Desde entonces, el  chico afirma que ese duende espantó todos aquellos monstruos y cosas raras, que le daban miedo... y comenzó, a  dormir solo!

Esta historia, CONTINUARÁ...