EN ALTA VOZ Y EN PRIMERA PERSONA

La adolescencia

Los muchachos y muchachas a esa edad, no saben por qué es que experimentan esos cambios, pero los sienten. Necesitan la comprensión de nosotros los adultos. Porque ser padres y madres responsables, es la más hermosa de todas las ocupaciones...

Juan Santana

juansantana86@gmail.com 

Hablaba con una amiga, la que tiene una hija adolescente de unos trece años y que, según ella, es muy malcriada.  Ahí me llegó a la sesera el tema del padre que estranguló a su hija de doce años en Los Mina, Santo Domingo Este.

Adolescencia: cambios, dudas, sueños...

Sin ser profesional de la conducta, válgame Dios, entiendo que un menor, una menor, en edad de entre los doce y los quince años, e incluso hasta los diecisiete, está en un periodo difícil de su vida. Ese período es, a mi entender, es una etapa de definición, de contrastes, de in definiciones, de mucha confusión y tensión en los muchachos y muchachas.

Los muchachos y muchachas a esa edad, no saben por qué es que experimentan esos cambios, pero los sienten. Necesitan la comprensión de nosotros los adultos. Siempre he comparado la adolescencia con un avión a punto de despegar: la gravedad terrestre te retiene, pero uno desea escapar, volar con tus propias alas, aun sea hacia lo desconocido, pero volar.

Esta, es la época de nuestras vidas, es la de los afanes de libertad, de hacer cosas por uno mismo, por ello es que, insisto, la responsabilidad de los mayores (padres y tutores) debe ser redoblada. Volviendo al caso de la adolescente de Los Mina, es deprimente ver como ese padre, en un estado quizás de locura momentánea, dice que perdió el control y estranguló a su hija, sangre de su sangre.

Es algo que todavía no entiendo y vuelvo a la idea original de este y otros comentarios: seamos pacientes con nuestros adolescentes, pero firmes; tolerantes pero enérgicos. Seamos amigos de ellos y de ellas, seamos pues, sus mejores aliados y más que nada, ejemplos de bien para ellos y ellas. Ojala, Dios nos ilumine y nos ayude a todos y todas, en esta hermosa tarea, porque ser padres y madres responsables, es la más hermosa de todas las ocupaciones...