Hoy, al levantarme...
juan SANTANA
EN TIEMPO DE NOTICIAS
juansantana86@gmail.com
CDP-S21-151
Hoy, al levantarme, aprendí a desconfiar de todos y a no creer en nadie. Esta mañana al abrir mis ojos a la luz de un nuevo día, veo en cada sonrisa una simulacion y, en cada apretón de manos, la posibilidad de una traición. Me levanté esta mañana desanimado, abatido, desmotivado, con falta de fe y mucha desconfianza. Entiendo ahora, que no vale la pena darse a los demás cuando de ellos recibimos indiferencia, descortesía, malos tratos.
Quien da, se dice, siempre espera algo a cambio: una sonrisa sincera, un hombro en el que pueda apoyar su cabeza buscando apoyo y de alguien dispuesto a escucharte. Hoy, el mundo gira más rápido, todos tenemos prisa por llegar no sabe a qué lugar, quien se queda atrás, ahí se queda. Así andamos y así nos vamos de este gélido mundo, sin tiempo siquiera, para despedirnos...
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Hoy, al levantarme, aprendí a desconfiar de todos y a no creer en nadie. Esta mañana al abrir mis ojos a la luz de un nuevo día, veo en cada sonrisa una simulacion y, en cada apretón de manos, la posibilidad de una traición. Me levanté esta mañana desanimado, abatido, desmotivado, con falta de fe y mucha desconfianza. Entiendo ahora, que no vale la pena darse a los demás cuando de ellos recibimos indiferencia, descortesía, malos tratos.
Quien da, se dice, siempre espera algo a cambio: una sonrisa sincera, un hombro en el que pueda apoyar su cabeza buscando apoyo y de alguien dispuesto a escucharte. Hoy, el mundo gira más rápido, todos tenemos prisa por llegar no sabe a qué lugar, quien se queda atrás, ahí se queda. Así andamos y así nos vamos de este gélido mundo, sin tiempo siquiera, para despedirnos...
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