Vuelvo a pensar en voz alta
POR JUAN SANTANA
tiempodenoticias.juansantana@gmail.com
CDP-S21-151
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A finales de 1985, en la primera etapa de mi carrera como estudiante de la carrera de licenciatura en ciencias de la comunicación social en la universidad autónoma de santo domingo cursaba la materia introducción a la sociología.
Era, como ahora, un año pre-electoral y luego de casi ocho a; os de gobierno perredeísta, se creía sepultado y para siempre al ex presidente Joaquín Balaguer quien había gobernado el país por doce años (1966-1978). Recuerdo que el transcurso del semestre los estudiantes hicimos varias encuestas (claro, sin el rigor técnico de estos tiempos), en las que, de la mano del profesor Giuseppe Rímoli, tanteábamos la situación del país político.
En una de las encuestas que me toco digitalizar, salía victorioso y con amplio margen para las presidenciales de 1986 el ex presidente Balaguer. Me decían mis compañeros de estudio, muchos de ellos que ahora trabajan para medios de información y en algunas instituciones del Estado, que yo me estaba volviendo loco, que el ex jefe del Estado 1966/1978 estaba ya descartado y acabado pues el pueblo lo había expulsado del poder para nunca jamás. Sin embargo, los malos gobiernos del perredé, sobre todo el último que encabezo Salvador Jorge Blanco, catapultaron a Balaguer a la primera magistratura del Estado de nuevo y ya la historia la conocemos.
Haciendo un paralelo con la situación que vive la República Dominicana en este 2011, un año pre-electoral, vemos un símil a lo acontecido en aquel año de 1985. Tenemos un Partido de la Liberación Dominicana (PLD) con un presidente que ha roto los parámetros en popularidad y aceptación del pueblo: el presidente Leonel Fernández goza de la aprobación de la mayoría de los dominicanos votantes y de eso no hay dudas.
Sin embargo, el Jefe del Estado esta solo. Tiene un gobierno de sordos, ciegos y mudos que trabajan con su agenda propia; que tocan su propia música y no hacen caso a quien en este momento es su director musical. Cada quien el gobierno tiene su propia partitura o, al menos, así se puede apreciar desde esta esquina. En el tren gubernamental hay gente que mas bien parece estar demás y el Presidente lo sabe.
En este gobierno no hay sintonía con la ciudadanía, no se escucha a nadie, cada quien hace lo que le da la gana y lo que es peor; el presidente no llama a nadie a capitulo, al menos públicamente no lo hace.
A diferencia de Balaguer, Leonel Fernández, nuestro querido profesor de sociología de la comunicación y derecho de prensa en la UASD, no interpela a sus funcionarios. Recuerdo que en su ultima gestión, Balaguer lo hacia en publico y cuando menos, los cambiaba de puestos.
Si el PLD quiere seguir en el poder mas allá de 2012, el presidente Fernández debe ponerse los guantes de seda aunque con puño de hierro y en este momento, hacer los cambios y ajustes que necesita el tren gubernamental que esta muy bien gastado ya (creo que los rieles no sirven, los vagones están destartalados, los maquinistas están agotados y el combustible amenaza con acabarse en cualquier momento.
Entonces presidente, remenee esa mata, que caigan y rueden lejos los que no le ayudan a terminar su obra como usted se merece y ha planificado. Finalmente, si se sigue en el estado de indefinición que vemos a lo interno del PLD, fácilmente se cuela un candidato de mucho empuje a lo interno de su organización. Se trata de un tal papa que dice busca lo mejor para todos. ¿Y usted, que cree?
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