Pensando en voz alta
POR JUAN SANTANA
juansantana86@gmail.com
CDP-S21-151
La credibilidad de la información a redactar, en mis tiempos de estudiante de comunicación social, era, junto a la objetividad, una de las principales virtudes que debían exhibir los noveles periodistas. Ya en el ejercicio de la profesión, se le exigía a los novatos y a los profesionales, escribir apegados a la verdad de los hechos y más que nada, a mantener la objetividad.
Hoy, en la época de las noticias rápidas, las redes sociales y del inmediatismo de la Internet, de la tecnología a toda prueba que acorta distancias, los medios se han cualquierizado; sí, cualquierizado, y ya quien quiere, dice y se desdice de lo que ha informado sobre un hecho en determinado momento y hasta se contradice de lo que ha dicho.
En ese loco afán de “informar cuanto antes”, los medios de información han parido muchas caras nuevas, presentadores de noticias con perfiles novedosos, que han proliferado como la verdolaga y por doquier se escuchan voces, que sin hacer caso a la tarea que nos enseñaran en la universidad de informara con credibilidad y objetividad, se dedican a desinformar con inmediatez, alejados de la ética del buen comunicador.
Comentarios
Eso es cierto…el Mercadeo se está imponiendo Juan, para desgracia de la objetividad…Si tú notas, las cadenas de televisión de EEUU, tanto las hispanas como las de habla inglesa, mantienen a los presentadores de sus noticieros con diez, 15 y hasta más años en esas cadenas…no lo cambian a cada rato como aquí. Ahora, el solo ver esos rostros te da credibilidad, tú sientes confianza en lo que te están diciendo, aunque no todo sea verdad…es un tema interesante el que planteas. Te felicito por esta importante reflexión…Saludos, Emiliano