La tragedia llegó a la Ciénaga

POR JUAN SANTANA
juansantana86@gmail.com
CDP-S21-151

El pasado sábado, tres menores de entre 12 y 15 años salieron de sus casas ubicadas en el paupérrimo sector La Ciénaga hacia la playita de Güibia.

Iban acompañados de otro grupo de menores (ahora mismo no sabemos cuantos), que si regresaron a sus casas, me imagino que bien asustados. Nicolás Gil, de 12 años; Crístofer Hernández de 14 y Orbis Mora Noboa, de quince años, ya no cuentan entrelos vivos.

Observando las noticias por televisión y de acuerdo a las declaraciones de vecinos y parientes, los muchachos tenían la costumbre de "escaparse" de sus casas para ir a la famosa playita de Güibia. Vi a un padre acongojado que pedía a las autoridades vigilar más el lugar para que tragedias como la descrita no se repitan.

Con el debido respeto que merece este padre, y del dolor que imagino tiene y siente, ante la pérdida de un hijo, debo decirle señor que ni aunque militaricen la zona completa de la playita de Güibia se acabarán estos problemas e incidentes, como el que ahora narramos.

Hace unos años, no preciso el tiempo, un locutor luego de dar la hora, decía por televisión o por radio (que alguien me me de el dato por favor): son las diez de la noche, ¿sabes dónde están tus hijos?

El caso es que ahora, no importa la hora del día o de la noche, no sabemos dónde están nuestros hijos, con quien andan, que rumbo han tomado..., Cuando venimos a darnos cuenta donde están es cuando nos los traen muertos en un intercambio de disparos, esposados o lo s encontramos tirados en la morgue de un hospital;  y me perdonan la crudeza de la descripción.

Padres y madres hemos olvidado nuestro rol en la sociedad; las familias están destruidas, cada quien anda por su lado y cuando cosas como estas ocurren, pedimos a gritos, exigimos ante los medios de información que las autoridades pongan atención, que vigilen el lugar, que se establezcan controles para esto y aquello...

La tragedia hoy llegó a la Ciénaga, mañana puede llegar a cualquiera de nuestros hogares, es tiempo de prevenir... a propósito: ¿sabe usted amigo (a) lector (a), donde están sus hijos e hijas en este momento? Más detalles AQUÍ