El pastor se pasó
POR JUAN SANTANA
juansantana86@gmail.com
El momento que vive el pueblo haitiano no es para juzgar si lo acontecido este martes 12 de enero es un castigo de Dios o un regaño (un boche, decimos los dominicanos), de la naturaleza. Nadie, sea religioso o ateo, creyente o no creyente, debe establecer juicios de valor de lo que vive ese noble y sufrido pueblo.
Las desafortunadas e irresponsables declaraciones del tele-predicador estadounidense Pat Robertson de que lo que vive el hermano pueblo haitiano en este momento, es producto de un supuesto pacto que esa nación hizo con el diablo en 1804, es algo que preocupa y da pena.
Una persona de la categoría y el nivel que se le atribuyen al señor Robertson, debe en estos momentos ponerse a pensar en cómo puede ayudar a los miles de haitianos que han sobrevivido a la tragedia; cómo y de que manera ir en auxilio de los niños que perdieron a sus padres y de cómo ayudar a familias enteras que han quedado a la intemperie, solo con lo que tiene puesto encima.
Ese señor, al que le llaman pastor de almas, con esas declaraciones desafortunadas, fuera de tono y sin criterio, si que le hace un servicio gratuito al demonio y que me excuse; pero es vaina no es así... apunte para otro lado mister Robertson, ok.
juansantana86@gmail.com
El momento que vive el pueblo haitiano no es para juzgar si lo acontecido este martes 12 de enero es un castigo de Dios o un regaño (un boche, decimos los dominicanos), de la naturaleza. Nadie, sea religioso o ateo, creyente o no creyente, debe establecer juicios de valor de lo que vive ese noble y sufrido pueblo.
Las desafortunadas e irresponsables declaraciones del tele-predicador estadounidense Pat Robertson de que lo que vive el hermano pueblo haitiano en este momento, es producto de un supuesto pacto que esa nación hizo con el diablo en 1804, es algo que preocupa y da pena.
Una persona de la categoría y el nivel que se le atribuyen al señor Robertson, debe en estos momentos ponerse a pensar en cómo puede ayudar a los miles de haitianos que han sobrevivido a la tragedia; cómo y de que manera ir en auxilio de los niños que perdieron a sus padres y de cómo ayudar a familias enteras que han quedado a la intemperie, solo con lo que tiene puesto encima.
Ese señor, al que le llaman pastor de almas, con esas declaraciones desafortunadas, fuera de tono y sin criterio, si que le hace un servicio gratuito al demonio y que me excuse; pero es vaina no es así... apunte para otro lado mister Robertson, ok.
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