Prudencia en Navidad
POR JUAN SANTANA
La ocasión es propicia para desear a todo el pueblo dominicano paz, amor y comprensión pero sobre todo: mucha, mucha prudencia en Navidad, Año Nuevo y siempre. Y es que la prudencia, así en rojo, es el ingrediente que no de faltar en cada hogar, más bien en ningún lugar en donde pasemos estos días. La prudencia es la que nos dicta qué hacer y cómo hacerlo.
Debemos ser prudentes en el comer, en los tragos, en las carreteras, en las tiendas, en las compras..., en todo.
Hay que ser prudente en el comer pues las consecuencias de un mal proceder no se hacen esperar en nuestro organismo, igual sucede con las bebidas alcohólicas: conviene no hacer mezclas y nunca excederse en el consumo. El ron, la cerveza, el vino, entre otras bebidas, no se va a acabar por más que usted tome.
Cuando usted decida salir a la calle, de compras o a visitar parientes, nunca ande con dinero efectivo de más en sus bolsillos: esto llama la atención de carteristas (descuiditas le llaman en Costa Rica), que siempre están prestos a robarle, a apropiarse de lo que tanto sacrificio le costó austed obtener.
Si tiene que ir al banco, no ande solo, pídale a algún pariente que le acompañe, sino, aluguna otra persona de su confianza. Evite los molotes de personas, salga temprano si va lejos así, en el caminos no se convertirá en presa de la desesperación ante los embotellamientos (nosotros los dominicanos los llamamos tapones) en el tránsito vehicular.
Si va a pasar unos días en el campo (no en el interior como decimos), asegure sus bienes, si es posible deje alguna persona de su confianza al cuaidado de su propiedad, avise a un vecino que usted va a estar fuera "unos días", sin dar mayores detalles.
Recuerde: prudencia + moderación= Navidad Segura y Feliz. Que así sea para todos en cualquier lugar donde decidan pasar estos días.
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