Dos casos

Dos casos llaman nuestra atención este martes: uno, la desición de levantar la huelga de hambre que el pasado sábado inició un grupo de los estudiantes de distintas escuelas y liceos públicos, que fueron sancionados hace unos días por el Consejo Nacional de Educación, por su presunta participación en el fraude a las Pruebas Nacionales; los estudiantes recklaman que se les levante la sanción que les imopde graduarse de bachilleres.

El otro caso, la petición del Colegio Médico Dominicano (CMD), representado por su presidente, Waldo Ariel Suero a las auoridades de la Secretaría de Estado de Salud Pública para que se revoque la orden de cancelación de los galenos que la población entera pudo ver como agredían al director del Hospital Moscoso Puello.

En primer lugar respaldamos la decisión de las autoridades educativas de suspender por un año a esos estudiantes que falsearon las pruebas nacionales; pero, quienes deben cargar con las máximas penas son a nuestro entender quienes facilitaron el fraude, los ideólogos de esa acción bochornosa, para que esta no se repita jamás. Si se quiere, se puede hacer una excepción con los estudiantes y permitirle graduarse y hasta inscribirse en las universidades; pero que la sanción sirva de ejemplo para quienes intenten un hecho parecido en otra oportunidad.

En cuanto a los médicos, los que tenemos entendido fueron sancionados por violar disposiciones contenidas en la Ley de Función Pública, de manera específica, los artículos 79, 83 y 84 de la ley 41-08, deben cargar con la responsabilidad de su accionar. Echar para atrás una medida como la que sanciona a esos profesionales, es a nuestro enteneder ceder al chantaje vulgar y cuando menos lo esperemos, otros profesionales harán lo mismo o peor, mientras tanto: cualquiera lo piensa dos veces antes de actuar de esa manera y me excusan pues...