Estamos perdiendo

Hace unos días, mientras andaba por esas calles de Dios, vi algo que me llenó de pesar y de tristeza. Dos militares izaban la bandera nacional en una institución pública y pese a que hicieron el debido llamado a la atención, poca gente se detuvo a rendir tributo al símbolo patrio.

Eso trajo a mi memoria situaciones de otros tiempos en las que, en la escuela por ejemplo, los alumnos teníamos discusiones para decidir a quien o quienes les tocaba subir o bajar la bandera determinado día de la semana.

Si íbamos a un desfile, discutíamos por demás quien o quienes portarían la enseña tricolor y cuando se trataba de cantar el himno nacional, el canto a la Patria, quien o quienes lo hacíamos con más fuerza.

Recuerdo que siendo estudiante de secundaria, los alumnos de todos los niveles del bachillerato, de todas las aulas, entonamos al unísono las notas gloriosas de nuestro himno nacional dominicano, sólo a la señal de un timbre largo, antes de salir a la hora del recreo.

Recuerdo orgulloso las celebraciones del día del estudiante cada dieciocho de febrero, en correcta formación, entonando las notas gloriosas del canto a la Patria e izando la bandera que tanta lucha y sacrificio nos ha dado mantener en alto.

Pero, lamentablemente, se ha perdido el respeto por nuestros símbolos, nuestros verdaderos valores los hemos sustituido por anti valores; ya no hablamos de Duarte, Sánchez, Mella, Luperón. Hablamos de cosa menos trascendentes y de personajes de la televisión y la radio que nada aportan y de esto, los ejemplos sobran... no hay que mencionarlos... están ahí.

Igual se pierde y se ha perdido la unidad familiar, el respeto por las persona mayores y ya nadie se atreve a llamarle la atención a un muchacho ajeno pues si este no reacciona de mala manera, de seguro que tendremos de frente a un padre apoyador que le sale a cualquiera con una "pachotá", como decía mi viejo. Estamos perdiendo y mucho.