EL PADRE ALBERTO TIENE DERECHO A SER FELIZ

Ahora todo el mundo, quiere crucificar al padre Alberto. Sí, así es, al mismo sacerdote que a través de los medios de información de Miami habló al mundo de amor y comprensión, lo quiere crucificar un grupo que dice que este faltó a la moral de la Iglesia. Que no se supo aguantar como hombre, que falto al celibato, que si esto, que si aquello que si lo otro, como si el hombre debajo de esa sotana no es un simple mortal e imperfecto ser humano. ¡Cuántas vainas!
Mi opinión particular sobre este asunto, y aprovecho este medio para expresarla y el que este en contra puede usar este medio para decirlo es, que los seres humanos tenemos que dejar atrás la hipocresía; que la Iglesia, sí, la Santa Madre Iglesia Católica, Apostólica y Romana, debe dejar atrás viejos dogmas que se convierten en tabúes que la mantienen en pleno siglo XXI, en la Edad Media.
Es tiempo de revisar viejas costumbres eclesiásticas o eclesiales, que me corrijan los expertos, y permitir que sacerdotes se casen, formen familia y que no suceda como ha pasado en innumeras ocasiones en las que se descubre uno que otro cura que abusa de menores. ¡El Padre Alberto tiene derecho a ser feliz, a tener una familia!
Es el momento de quitarnos el antifaz, la careta de la hipocresía que llevamos algunos que nos decimos religiosos y hasta cristianos, cuando en verdad somos lobos rapaces disfrazados de ovejas, al acecho de víctimas inocentes.
Yo también, y que lo sepa el mundo, apoyo al padre Alberto pues él mismo ha dicho que cuanto hizo y ha hecho fue sólo por amor. Dejemos atrás falsas poses de moral y de hipocresía barata y ayudemos a la iglesia a desterrar viejas tradiciones que van en contra de la credibilidad que debiera tener como institución milenaria.
P´alante padre Alberto, yo le apoyo. Renuncie a todo y lleve al altar a su novia, tengan familia, llenen la tierra, usted también tiene derecho a ser feliz... LEA MÁS AQUÍ
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