¡YO PROTESTO!

Este día, 8 de enero de 2009, elevo mi voz de protesta por lo que considero uno de los primeros casos de abuso infantil en la República Dominicana. A la edad de seis años, llegaron a mi casa por última vez los Reyes Magos cargados de regalos para quien suscribe; al año siguiente, esos mismos señores, desaparecieron como por arte de magia y la explicación fue desafortunada para mi: es que ya tu estás grandecito para juguetes, pero la vieja Belén te tiene lo tuyo.
Casi cuatro décadas han pasado desde aquella afirmación y les confieso, sigo esperando a la susodicha vieja Belén y nada he recibido, ni un cariñito; pero eso no es nada, la sigo esperando con la esperanza de al menos, poder conocerla ya que creo que debe estar bien vieja o, al menos, sus huesos deben estar blancos.
Por cierto, nadie la ha mencionado esta año. ¿Habrá muerto la vieja Belén? De ser así, lamento mucho no haberla conocido y más lamento no haber recibido aquel presente que ella supuestamente me entregaría cuando apenas no había cumplido los siete años de edad.
Otro amigo, por el contrario, la espera con un bate en las manos para darle una paliza, es decir si está viva todavía, que no se deje ver...
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